¿Cómo ser
una persona admirable?
Mucha gente me hace esta pregunta cuando le comento que publiqué
un libro llamado Sé una persona admirable. Yo aprovecho la oportunidad
para decirles “¿es necesario que te lo explique?, ¿no basta mi ejemplo?” Y ahí
me río un poquito y les aclaro que estoy bromeando, que nunca publiqué
semejante libro.
Me aprovecho de la necesidad de afecto que hay en la mayoría de
los adolescentes. Puedo tenerlos en la palma de mi mano con solo decirles “vos
sos muy capaz, nunca te rindas”. Y no me da vergüenza hacer públicas mis
artimañas, porque cuando uno es así de franco siempre deja en el otro la duda
de si está hablando en serio o si tan solo juega.
Cuento esto porque he sido testigo de cómo a través de ciertas
estrategias psicofilosóficas de seducción, es posible generar en el prójimo el
deseo de rendirse a nuestros pies. Y no solo eso, también lo hará gustoso, nos
admirará....
Ustedes pensarán “ah, eso yo también lo hago”, ¡pero no!, se
equivocan, mis técnicas son absolutamente innovadoras. A continuación voy a enseñarles
algunos movimientos elementales para hechizar desprevenidos:
1- Al primero lo llamo "El gato tiene carne". Lo que
deben hacer es simple, yo lo he probado muchas veces y siempre ha servido.
Oquéi, entonces se acercan a la persona en cuestión (funciona mejor con
femeninos de entre trece y diecisiete años, de tez marrón suave), le acarician
sutilmente la cabellera, le dan un besito sutil (apenas un roce labial) en el
área central superior de la frente y le dicen de forma amable pero no amanerada
“¿a vos te escuchan tus papás?”. La respuesta generalmente es “sí y mucho, no
me molestes”. ¡Ahí la batalla está ganada! Lo único que resta hacer es volver a
besarle la frente, ahora con algo más de intensidad, y susurrarle "nunca
te voy a molestar, estoy para escucharte". Eso es todo, quedará en ustedes
gozar de los maravillosos resultados.
2- Pondré esta y una más. Luego quizás publique un libro, pero no
es algo seguro, quizás se titule Lo desconfiable en el arte. Pero en
fin, voy a ser sintético; esta próxima estrategia se llama "La
pluma". Van a la persona en cuestión (funciona mejor con masculinos de
entre treinta y cuarenta y cinco años; de tez marrón), le acarician la
cabellera, le dan una delicada caricia en el área inferior de la espalda (¡no
la nalga por favor!) y le dicen "¿a usted lo escuchaban sus padres?".
Ahí la respuesta común es "¿perdón?". Y ahora ya está, solo resta
decirles de forma severa pero respetuosa "yo lo amo, lo amo con el amor
divino, venga a mí". Está bien, es un poco fuerte, pero yo la uso así. Y
me trajo grandes satisfacciones.
3- La última se llama "El mar en primavera". Para esta
es necesario contar con una tijera y un peine. Se acercan a la persona en
cuestión (funciona bien con cualquiera; de tez marrón), le peinan la barba, le
recortan la barba y le preguntan "¿cuándo es más bello el mar de la
vida?". Ahí dirá "no sé", y ustedes responden "vení
conmigo, servime, y yo te lo enseñaré"....
Bueno, amigos, espero que hayan disfrutado de esta lección de
seducción. Como bien sabrán, Marcos Porrini estrena un blog y ha decidido que
este peculiar artículo diera la bienvenida a todos los visitantes. Sugiero un
aplauso para Marcos y sugiero también que todos lo admiremos, él es una persona
digna y escucha con atención, mejor que los padres.... Adiós.
mmm... interesante
ResponderEliminarque mierda es esto?
ResponderEliminarMe encantó!!!! me parece muy gracioso e ingenioso!!!! sin duda una persona admirable!!!!!!!!!!
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